martes, marzo 28, 2006

Moche y sus verdaderos limites

El domingo pasado, mientras me dirigía a comprar los diarios, un señor se me acercó y me entregó un folleto en el cual daba cuenta de que el Gobierno Regional, mediante un acuerdo aparecido en El Peruano, daba conocimiento de la apropiación de hectáreas de terrenos. Territorios pertenecientes al distrito de Moche y que mediante maniobras nada honestas a cargo del alcalde, Henry Sachún Castro, fueron "regaladas" a la Municipalidad Provincial de Trujillo. Transcribo parte del texto:

El pueblo de la Campiña de Moche, Miramar, Moche y Las Delicias, desconoce el acuerdo regional publicado en El Peruano.
Lejos de estar motivado por un genuino deseo de servir a nuestro pueblo; la suspicacia y la sospecha de algo sucio y oculto se juega con traición, la entrega gratuita de terrenos a la Municipalidad Provincial de Trujillo y Victor Larco Herrera. ¿Qué ocultan? ¿Qué inconfesables razones mueve al alcalde, Henry Sachún, Homero Burgos, Murgia, Miriam Pilco, Luis Alva Castro? ¿Cuál es el interés del uno y del otro?

Señor, señora y joven de Las Delicias, no permitas estas oscuras transferencias de tus tierras sin tu consulta y sin ningún beneficio, a espaldas de la comunidad: El área de reserva urbana "La Bocana" a manos de Victor Larco Herrera.

El pueblo de Moche, Miramar y Las Delicias, no permitirá nuevamente, que otra autoridad edil, regale entre gallos y media noche, las tierras margen derecha de río Moche: Conache, Conachito, tierras de las Huacas del Sol y la Luna, con la ley LaredoNro. 25253 (firmada por Alan García), en el gobierno de Julio Flores (ex alcalde).
¡Por el respeto a la integridad territorial y por la rendición de cuentas! ¡Vamos a la marcha y concentración por la verdad!

Mientras seguía leyendo el folleto y a la vez renegando de los de siempre, encontré a mi madre saliendo de casa y me dijo: "¿Vamos a una marcha?". Sonreí. Era domingo y yo, la verdad, no tenía muchas ganas de caminar a pesar de que mi mañana estaba lúcida y sin estragos madrugaderos. Pero cuando me dijo: "De paso despintaremos la publicidad aprista de las paredes aledañas y sacaremos los tableros con publicidad proselitista del ovalo industrial, con los dirigentes", no dude ni un segundo estar en primera fila.

Nunca pensé marchar desde casi Las Delicias hasta el óvalo industrial, interrumpiendo el tráfico en la panamericana (de forma pacífica, claro).
Tengo algunos años aquí, entre Moche y Las Delicias, y, sin embargo, lo lamentable es que la gente que debería ser partícipe de la marcha (la juventud netamente mochera) nunca estuvo. Casi no había jóvenes. El 90% eran mayores de 40 años (que seguramente recién se están dando cuenta que algunos partidos solo los utilizan). Es una lástima lo de los jóvenes, porque así quizá terminen quitándoles hasta su propia playa.

Hubo algo de prensa y la policía, de lejos, solo observaba. Lamentablemente no tuvimos autorización de quitar los carteles del ovalo industrial, puestos ilícitamente y sin permiso por los postulantes al Congreso; pero si se llegó a pintar de blanco parte de la publicidad proselitista en las paredes cercanas. Publicidad sin autorización de parte de los dueños. Publicidad de los de siempre.

Grande fue mi sorpresa, cuando en el diario La Industria del día siguiente (Lunes), apareceríamos en primera plana.
El artículo por momentos si me pareció algo gracioso (¡no son guerreros sin plumas!), pero igual vale. Al menos algo se hizo. De repente acaezca otra marcha más adelante. Ahí estaremos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Raül, no sé si falta identificación de la gente con su entorno, talvez nos falta eso a todos, además de decisión y más involucramiento con las causas comunes.

Un saludo para ti y Jane.