El incansable defensor de los derechos humanos, padre Hubert Lanssiers, murió ayer jueves, a la edad de 76 años. Una pena grande invade a quienes conocieron su trayectoria en el Perú. Batalló por terminar la guerra con el terrorismo, dejando su patria (Bélgica) para ofrendarse de entero a la defensa de los injustamente encarcelados por terrorismo y el respeto a los derechos humanos. Una persona impecable que siempre luchó en favor de los demás. Una pena.
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