7 a 11 AM:
Entrevista en diversos medios de comunicación.
11 AM:
Javier Diez Canseco se reúne con diferentes círculos de estudiantes de las universidades más importantes de la ciudad, UNT, UPAO, UCV y UPN.
11:30 AM
Encuentro con la Juventud en la Universidad Nacional de Trujillo. (Teatrín de Humanidades de la Facultad de Educación).
2:30 PM
Almuerzo con representantes de organizaciones de base.
5 PM
Mitin en Casagrande.
7 PM
Javier Diez Canseco realiza mitin en la Plaza de Armas de Trujillo a las 7 de la noche.
Partido Socialista
viernes, marzo 31, 2006
martes, marzo 28, 2006
Moche y sus verdaderos limites
El domingo pasado, mientras me dirigía a comprar los diarios, un señor se me acercó y me entregó un folleto en el cual daba cuenta de que el Gobierno Regional, mediante un acuerdo aparecido en El Peruano, daba conocimiento de la apropiación de hectáreas de terrenos. Territorios pertenecientes al distrito de Moche y que mediante maniobras nada honestas a cargo del alcalde, Henry Sachún Castro, fueron "regaladas" a la Municipalidad Provincial de Trujillo. Transcribo parte del texto:
El pueblo de la Campiña de Moche, Miramar, Moche y Las Delicias, desconoce el acuerdo regional publicado en El Peruano.
Lejos de estar motivado por un genuino deseo de servir a nuestro pueblo; la suspicacia y la sospecha de algo sucio y oculto se juega con traición, la entrega gratuita de terrenos a la Municipalidad Provincial de Trujillo y Victor Larco Herrera. ¿Qué ocultan? ¿Qué inconfesables razones mueve al alcalde, Henry Sachún, Homero Burgos, Murgia, Miriam Pilco, Luis Alva Castro? ¿Cuál es el interés del uno y del otro?
Señor, señora y joven de Las Delicias, no permitas estas oscuras transferencias de tus tierras sin tu consulta y sin ningún beneficio, a espaldas de la comunidad: El área de reserva urbana "La Bocana" a manos de Victor Larco Herrera.
El pueblo de Moche, Miramar y Las Delicias, no permitirá nuevamente, que otra autoridad edil, regale entre gallos y media noche, las tierras margen derecha de río Moche: Conache, Conachito, tierras de las Huacas del Sol y la Luna, con la ley LaredoNro. 25253 (firmada por Alan García), en el gobierno de Julio Flores (ex alcalde).
¡Por el respeto a la integridad territorial y por la rendición de cuentas! ¡Vamos a la marcha y concentración por la verdad!
Mientras seguía leyendo el folleto y a la vez renegando de los de siempre, encontré a mi madre saliendo de casa y me dijo: "¿Vamos a una marcha?". Sonreí. Era domingo y yo, la verdad, no tenía muchas ganas de caminar a pesar de que mi mañana estaba lúcida y sin estragos madrugaderos. Pero cuando me dijo: "De paso despintaremos la publicidad aprista de las paredes aledañas y sacaremos los tableros con publicidad proselitista del ovalo industrial, con los dirigentes", no dude ni un segundo estar en primera fila.
Nunca pensé marchar desde casi Las Delicias hasta el óvalo industrial, interrumpiendo el tráfico en la panamericana (de forma pacífica, claro).
Tengo algunos años aquí, entre Moche y Las Delicias, y, sin embargo, lo lamentable es que la gente que debería ser partícipe de la marcha (la juventud netamente mochera) nunca estuvo. Casi no había jóvenes. El 90% eran mayores de 40 años (que seguramente recién se están dando cuenta que algunos partidos solo los utilizan). Es una lástima lo de los jóvenes, porque así quizá terminen quitándoles hasta su propia playa.
Hubo algo de prensa y la policía, de lejos, solo observaba. Lamentablemente no tuvimos autorización de quitar los carteles del ovalo industrial, puestos ilícitamente y sin permiso por los postulantes al Congreso; pero si se llegó a pintar de blanco parte de la publicidad proselitista en las paredes cercanas. Publicidad sin autorización de parte de los dueños. Publicidad de los de siempre.
Grande fue mi sorpresa, cuando en el diario La Industria del día siguiente (Lunes), apareceríamos en primera plana.
El pueblo de la Campiña de Moche, Miramar, Moche y Las Delicias, desconoce el acuerdo regional publicado en El Peruano.
Lejos de estar motivado por un genuino deseo de servir a nuestro pueblo; la suspicacia y la sospecha de algo sucio y oculto se juega con traición, la entrega gratuita de terrenos a la Municipalidad Provincial de Trujillo y Victor Larco Herrera. ¿Qué ocultan? ¿Qué inconfesables razones mueve al alcalde, Henry Sachún, Homero Burgos, Murgia, Miriam Pilco, Luis Alva Castro? ¿Cuál es el interés del uno y del otro?
Señor, señora y joven de Las Delicias, no permitas estas oscuras transferencias de tus tierras sin tu consulta y sin ningún beneficio, a espaldas de la comunidad: El área de reserva urbana "La Bocana" a manos de Victor Larco Herrera.
El pueblo de Moche, Miramar y Las Delicias, no permitirá nuevamente, que otra autoridad edil, regale entre gallos y media noche, las tierras margen derecha de río Moche: Conache, Conachito, tierras de las Huacas del Sol y la Luna, con la ley LaredoNro. 25253 (firmada por Alan García), en el gobierno de Julio Flores (ex alcalde).
¡Por el respeto a la integridad territorial y por la rendición de cuentas! ¡Vamos a la marcha y concentración por la verdad!
Mientras seguía leyendo el folleto y a la vez renegando de los de siempre, encontré a mi madre saliendo de casa y me dijo: "¿Vamos a una marcha?". Sonreí. Era domingo y yo, la verdad, no tenía muchas ganas de caminar a pesar de que mi mañana estaba lúcida y sin estragos madrugaderos. Pero cuando me dijo: "De paso despintaremos la publicidad aprista de las paredes aledañas y sacaremos los tableros con publicidad proselitista del ovalo industrial, con los dirigentes", no dude ni un segundo estar en primera fila.
Nunca pensé marchar desde casi Las Delicias hasta el óvalo industrial, interrumpiendo el tráfico en la panamericana (de forma pacífica, claro).
Tengo algunos años aquí, entre Moche y Las Delicias, y, sin embargo, lo lamentable es que la gente que debería ser partícipe de la marcha (la juventud netamente mochera) nunca estuvo. Casi no había jóvenes. El 90% eran mayores de 40 años (que seguramente recién se están dando cuenta que algunos partidos solo los utilizan). Es una lástima lo de los jóvenes, porque así quizá terminen quitándoles hasta su propia playa.
Hubo algo de prensa y la policía, de lejos, solo observaba. Lamentablemente no tuvimos autorización de quitar los carteles del ovalo industrial, puestos ilícitamente y sin permiso por los postulantes al Congreso; pero si se llegó a pintar de blanco parte de la publicidad proselitista en las paredes cercanas. Publicidad sin autorización de parte de los dueños. Publicidad de los de siempre.
Grande fue mi sorpresa, cuando en el diario La Industria del día siguiente (Lunes), apareceríamos en primera plana.
El artículo por momentos si me pareció algo gracioso (¡no son guerreros sin plumas!), pero igual vale. Al menos algo se hizo. De repente acaezca otra marcha más adelante. Ahí estaremos.
viernes, marzo 24, 2006
In memóriam: Hubert Lanssiers
El incansable defensor de los derechos humanos, padre Hubert Lanssiers, murió ayer jueves, a la edad de 76 años. Una pena grande invade a quienes conocieron su trayectoria en el Perú. Batalló por terminar la guerra con el terrorismo, dejando su patria (Bélgica) para ofrendarse de entero a la defensa de los injustamente encarcelados por terrorismo y el respeto a los derechos humanos. Una persona impecable que siempre luchó en favor de los demás. Una pena.
miércoles, marzo 22, 2006
Poetas peruanos: La Patria, de lejos
Con la problemática situación en que vivimos hoy y desde hace un tiempo en el Perú, muchos deciden emigrar a otros países en busca de un futuro mejor, noticia por demás conocida.
Entre estos peruanos también están los poetas, que como es sabido, muchos prefieren vivir (incluso morir) fuera del país. Algunos no tanto por la mala situación económica (ya que radican desde hace décadas en el extranjero), sino porque quizás tienen, como todo amante de la poesía, el índole viajero, para conocer, para "vivir"; otros simplemente porque no ven reconocimiento a su arte (recordemos que muchos poetas, así como diferentes artistas o profesionales, han tenido que ser reconocidos y condecorados fuera de la patria que los vio nacer, para luego darles un merecido homenaje, muchas veces tardío). Conocida frase para nosotros: "Nadie es profeta en su tierra".
Referente al tema expresado, el siempre lúcido y bien informado Mirko Lauer (¿acaso ahora aprista?), redacto hace unos días un artículo sobre los poetas que eligen no vivir en el Perú. Y a pesar que en él ubicamos párrafos e historias ya conocidas, encontramos fragmentos puntuales e interesantes. Artículo al que tituló: "Poetas en espacio exterior", y que expongo a continuación:
"También para los poetas morir fuera del país es un asunto personal. Pero la impresión es que hay un elemento generacional en ello, la sensación de que antes más poetas morían en el extranjero. Este extrañamiento incluso es, sobre todo por la autoprofetizada muerte de César Vallejo en París, parte de la imagen convencional de lo poético.
No hay cómo saber si José Santos Chocano habría vuelto de no haber sido, justicia poética, asesinado en un tranvía de Santiago de Chile. Pero lo que vino después del modernismo fue una diáspora de poetas peruanos que, a la corta o a la larga, terminaron sus vidas en el exterior. Los longevos incluso escamoteándose a toda forma de presencia en el Perú.
Murieron jóvenes, antes que Vallejo pero también enfermos, Juan Parra del Riego en Uruguay y Carlos Oquendo de Amat en España. Pero el exilio se llevó vidas largas, como las de Xavier Abril, en Uruguay, Alberto Hidalgo en Buenos Aires, Juan Luis Velásquez en México, Blanca del Prado en el Río de la Plata.
Los exilios iniciados a comienzos del siglo XX quizás son más fáciles de entender que los de ahora. Lima era culturalmente sosa al 100% comparada con otras ciudades, incluso de América Latina. Para los jóvenes radicales además dura y peligrosa. Hubo momentos en que todo empujaba a buscar oxígeno en el exterior.
En cuanto al retorno, los viajes eran más decisivos, y toda partida tenía algo de emigración. Pero eso no lo explica todo: los poetas tienden a ser muy viajeros, en la medida de sus posibilidades, y una gran mayoría de ellos siempre terminó eligiendo volver de sus exilios, impuestos por los gobiernos o autoaplicados por la curiosidad.
A partir de un momento los vuelos comerciales empiezan a borrar las fronteras existenciales, entre ellas las del exilio. Sigue habiendo poetas que eligen no vivir en el Perú, pero probablemente ni ellos saben por cuántos años. El signo de los tiempos ya no es la separación radical, sino la tentación de vivir en dos o más lugares a la vez.
Hoy tenemos poetas con vidas hechas sobre todo en el extranjero –como Cecilia Bustamante, Leopoldo Chariarse, Américo Ferrari, Carlos Henderson o Julio Ortega- pero resulta difícil pensar en ellos como exiliados. Mantienen formas activas de presencia en el país, y el Perú mismo tiene maneras de afirmar su presencia literaria en otros países.
Pero algo, y probablemente mucho, se pierde con estas ausencias transitorias o definitivas. La distancia geográfica no deja de ser un comentario, sobre el poeta transterrado y sobre el medio local. Como si en el fondo no hubiéramos sido aquí más capaces de hacer algo más amable y acogedor de nuestra república de las letras".
Sin olvidar la resiente muerte física del poeta y artista plástico más querido y admirado, Jorge Eduardo Eielson, quien con su texto sincero, pulcro y creativo, sirvió de inspiración para generaciones enteras de escritores, y quien con su aporte al arte y la cultura hispanoamericana, logró un legado ideológico propio para las nuevas generaciones. Difícil compararlo, imposible olvidarlo.
Entre estos peruanos también están los poetas, que como es sabido, muchos prefieren vivir (incluso morir) fuera del país. Algunos no tanto por la mala situación económica (ya que radican desde hace décadas en el extranjero), sino porque quizás tienen, como todo amante de la poesía, el índole viajero, para conocer, para "vivir"; otros simplemente porque no ven reconocimiento a su arte (recordemos que muchos poetas, así como diferentes artistas o profesionales, han tenido que ser reconocidos y condecorados fuera de la patria que los vio nacer, para luego darles un merecido homenaje, muchas veces tardío). Conocida frase para nosotros: "Nadie es profeta en su tierra".
Referente al tema expresado, el siempre lúcido y bien informado Mirko Lauer (¿acaso ahora aprista?), redacto hace unos días un artículo sobre los poetas que eligen no vivir en el Perú. Y a pesar que en él ubicamos párrafos e historias ya conocidas, encontramos fragmentos puntuales e interesantes. Artículo al que tituló: "Poetas en espacio exterior", y que expongo a continuación:
"También para los poetas morir fuera del país es un asunto personal. Pero la impresión es que hay un elemento generacional en ello, la sensación de que antes más poetas morían en el extranjero. Este extrañamiento incluso es, sobre todo por la autoprofetizada muerte de César Vallejo en París, parte de la imagen convencional de lo poético.
No hay cómo saber si José Santos Chocano habría vuelto de no haber sido, justicia poética, asesinado en un tranvía de Santiago de Chile. Pero lo que vino después del modernismo fue una diáspora de poetas peruanos que, a la corta o a la larga, terminaron sus vidas en el exterior. Los longevos incluso escamoteándose a toda forma de presencia en el Perú.
Murieron jóvenes, antes que Vallejo pero también enfermos, Juan Parra del Riego en Uruguay y Carlos Oquendo de Amat en España. Pero el exilio se llevó vidas largas, como las de Xavier Abril, en Uruguay, Alberto Hidalgo en Buenos Aires, Juan Luis Velásquez en México, Blanca del Prado en el Río de la Plata.
Los exilios iniciados a comienzos del siglo XX quizás son más fáciles de entender que los de ahora. Lima era culturalmente sosa al 100% comparada con otras ciudades, incluso de América Latina. Para los jóvenes radicales además dura y peligrosa. Hubo momentos en que todo empujaba a buscar oxígeno en el exterior.
En cuanto al retorno, los viajes eran más decisivos, y toda partida tenía algo de emigración. Pero eso no lo explica todo: los poetas tienden a ser muy viajeros, en la medida de sus posibilidades, y una gran mayoría de ellos siempre terminó eligiendo volver de sus exilios, impuestos por los gobiernos o autoaplicados por la curiosidad.
A partir de un momento los vuelos comerciales empiezan a borrar las fronteras existenciales, entre ellas las del exilio. Sigue habiendo poetas que eligen no vivir en el Perú, pero probablemente ni ellos saben por cuántos años. El signo de los tiempos ya no es la separación radical, sino la tentación de vivir en dos o más lugares a la vez.
Hoy tenemos poetas con vidas hechas sobre todo en el extranjero –como Cecilia Bustamante, Leopoldo Chariarse, Américo Ferrari, Carlos Henderson o Julio Ortega- pero resulta difícil pensar en ellos como exiliados. Mantienen formas activas de presencia en el país, y el Perú mismo tiene maneras de afirmar su presencia literaria en otros países.
Pero algo, y probablemente mucho, se pierde con estas ausencias transitorias o definitivas. La distancia geográfica no deja de ser un comentario, sobre el poeta transterrado y sobre el medio local. Como si en el fondo no hubiéramos sido aquí más capaces de hacer algo más amable y acogedor de nuestra república de las letras".
Sin olvidar la resiente muerte física del poeta y artista plástico más querido y admirado, Jorge Eduardo Eielson, quien con su texto sincero, pulcro y creativo, sirvió de inspiración para generaciones enteras de escritores, y quien con su aporte al arte y la cultura hispanoamericana, logró un legado ideológico propio para las nuevas generaciones. Difícil compararlo, imposible olvidarlo.
sábado, marzo 18, 2006
Los Flaming Lips y su Fearlees Freaks
Cuando algún productor, veterano o principiante, realiza un proyecto fílmico acerca de una banda de rock, generalmente siempre ha tenido la misma etiqueta: imágenes fragmentadas de conciertos, conferencias de prensa, público-fan expresándose, la banda dando declaraciones, logros alcanzados y un sinnúmero de clichés. Filmes muchas veces buenos, otros regulares, "pocos" malos. Y digo "pocos" porque serían muy pocas las veces que un melómano, al ver a una de las bandas que es fiel oyente en un documental, diría "¡Está feo!".
Refiriendome a ello, uno de los últimos filmes que logré ver hace unas semanas, referente a bandas de rock, fue el de los veteranos Flaming Lips: "The Fearless Freaks". Documental musical producido y dirigido por Bradley Beesley, y que encierra los pormenores de la banda de Oklahoma en los últimos 14 años. Aunque el film, por el tiempo en escena, declaraciones y ¿figuretismo y egocentrismo? (caminar sobre el público dentro de una bola de plástico), más parece dedicado a Wayne Coyne –fundador y líder- que a la banda misma.
Beesley, quien es seguidor de la banda desde 1992 y colaborador con algunos videos, ha logrado ser parte de la misma y, cámara en mano, logró captar todo lo referente a ellos: conciertos, ensayos, su roce con las drogas, declaraciones a sus problemas existenciales, la intimidad en sí; donde encontramos imágenes de unos amateurs FL, explorando los "menjunjes prohibidos" de las drogas, ensayando en la cochera o cualquier rincón "apacible" de casa, o jugando fútbol americano de una forma belicosísima, los cuales tenían un equipo: "Fearlees Freaks", de ahí el nombre del film.
Transitan muy jóvenes por distintas bandas y acompañando a otras con nombres que no pude grabar en mi mente. Bandas que nunca he escuchado en mi vida, ni escucharé, posiblemente. Lo cierto es que estos muchachos si vivían el rock a fondo (ruido y espectáculo en escena).
Uno de los momentos más neurálgicos, sin duda, es cuando Steven Drozd (integrante de la banda), realiza un sazonado de heroína para luego introducir la dosis y el efecto hasta el último fondo de sus entrañas y, continuamente, comenzar a tocar el piano, todo ido, de una manera dulce y melancólica.
A lo largo del film me dio la impresión, al ver más en la intimidad a Coyne, de ser un ser sumamente violento; es más, por la forma de hablar, de actuar, de figurar y la sumisión de su esposa al expresarse, inclusive con notorias cicatrices en el rostro, me hacen dudar de la sinceridad y pasividad de Coyne, aunque de hecho puedo (y espero) equivocarme.
Curiosa la escena donde Jack y Meg White (The Withe Stripes), aparecen tocando y cantando "Seven nation army" con un Wayne todo alocado y ensangrentado, y toda la parafernalia que muestra la banda y, sobre todo, el líder de los FL en esos momentos visionarios en el escenario.
El director, al margen de darle un sello memorable en video a una banda con más de 20 años en escena, muestra la intimidad de la misma. Es un film definitivamente íntimo para la banda ochentera de rock psicodélico y para su público seguidor: madres, padres, hijos, esposas, tíos, vecinos, ex-integrantes, productores, músicos amigos (Mercury Rev, White Stripes, Liz Phair), actores (Juliette Lewis, Adam Goldberg, Christina Ricci), fanáticos, allegados, todos transitando y declarando en el documental.
Desde que los FL mostraron al mundo su último y notable disco, "Yoshimi Battles The Pink Robots" (2002), han tomado otra posta, tanto ellos como los que ahora los miran con otros ojos. De hecho, a vísperas de su nuevo trabajo, "At War with The Mystics", la banda tiene nuevos aires.
Esperemos que con su último disco y el film, sean los ingredientes referentes previos para el nuevo disco que se viene (03 de abril), y que, según ellos, dicen que promete; ya que en la participación musical para la banda sonora de la película "Wedding Crashers" –donde también participan bandas como Bloc Party, Death Cab For Cutie, The Sounds, Spoon y Rilo Kiley- más fue la convocatoria de bandas que otra cosa, porque la película solo se vio para el olvido. Aún así, cada uno siempre tendrá su punto de vista.
No le voy a echar alabanzas a este documental, de hecho nunca fuí seguidor de ésta banda, pero The Fearless Freaks es un film que si bien lo podrían etiquetar como uno más del montón dentro de los rockumentales, no se puede comparar e igualar a otros trabajos (al menos a la mayoría), ya que fue realizado por un íntimo de la banda (casi 15 años), con diseños sugestivos, y con sonidos e imágenes bien logradas (recientes y de muchos años atrás) dentro de la carrera musical de los Flaming Lips. Y eso es esencia.
Refiriendome a ello, uno de los últimos filmes que logré ver hace unas semanas, referente a bandas de rock, fue el de los veteranos Flaming Lips: "The Fearless Freaks". Documental musical producido y dirigido por Bradley Beesley, y que encierra los pormenores de la banda de Oklahoma en los últimos 14 años. Aunque el film, por el tiempo en escena, declaraciones y ¿figuretismo y egocentrismo? (caminar sobre el público dentro de una bola de plástico), más parece dedicado a Wayne Coyne –fundador y líder- que a la banda misma.
Beesley, quien es seguidor de la banda desde 1992 y colaborador con algunos videos, ha logrado ser parte de la misma y, cámara en mano, logró captar todo lo referente a ellos: conciertos, ensayos, su roce con las drogas, declaraciones a sus problemas existenciales, la intimidad en sí; donde encontramos imágenes de unos amateurs FL, explorando los "menjunjes prohibidos" de las drogas, ensayando en la cochera o cualquier rincón "apacible" de casa, o jugando fútbol americano de una forma belicosísima, los cuales tenían un equipo: "Fearlees Freaks", de ahí el nombre del film.
Transitan muy jóvenes por distintas bandas y acompañando a otras con nombres que no pude grabar en mi mente. Bandas que nunca he escuchado en mi vida, ni escucharé, posiblemente. Lo cierto es que estos muchachos si vivían el rock a fondo (ruido y espectáculo en escena).
Uno de los momentos más neurálgicos, sin duda, es cuando Steven Drozd (integrante de la banda), realiza un sazonado de heroína para luego introducir la dosis y el efecto hasta el último fondo de sus entrañas y, continuamente, comenzar a tocar el piano, todo ido, de una manera dulce y melancólica.
A lo largo del film me dio la impresión, al ver más en la intimidad a Coyne, de ser un ser sumamente violento; es más, por la forma de hablar, de actuar, de figurar y la sumisión de su esposa al expresarse, inclusive con notorias cicatrices en el rostro, me hacen dudar de la sinceridad y pasividad de Coyne, aunque de hecho puedo (y espero) equivocarme.
Curiosa la escena donde Jack y Meg White (The Withe Stripes), aparecen tocando y cantando "Seven nation army" con un Wayne todo alocado y ensangrentado, y toda la parafernalia que muestra la banda y, sobre todo, el líder de los FL en esos momentos visionarios en el escenario.
El director, al margen de darle un sello memorable en video a una banda con más de 20 años en escena, muestra la intimidad de la misma. Es un film definitivamente íntimo para la banda ochentera de rock psicodélico y para su público seguidor: madres, padres, hijos, esposas, tíos, vecinos, ex-integrantes, productores, músicos amigos (Mercury Rev, White Stripes, Liz Phair), actores (Juliette Lewis, Adam Goldberg, Christina Ricci), fanáticos, allegados, todos transitando y declarando en el documental.
Desde que los FL mostraron al mundo su último y notable disco, "Yoshimi Battles The Pink Robots" (2002), han tomado otra posta, tanto ellos como los que ahora los miran con otros ojos. De hecho, a vísperas de su nuevo trabajo, "At War with The Mystics", la banda tiene nuevos aires.
Esperemos que con su último disco y el film, sean los ingredientes referentes previos para el nuevo disco que se viene (03 de abril), y que, según ellos, dicen que promete; ya que en la participación musical para la banda sonora de la película "Wedding Crashers" –donde también participan bandas como Bloc Party, Death Cab For Cutie, The Sounds, Spoon y Rilo Kiley- más fue la convocatoria de bandas que otra cosa, porque la película solo se vio para el olvido. Aún así, cada uno siempre tendrá su punto de vista.
No le voy a echar alabanzas a este documental, de hecho nunca fuí seguidor de ésta banda, pero The Fearless Freaks es un film que si bien lo podrían etiquetar como uno más del montón dentro de los rockumentales, no se puede comparar e igualar a otros trabajos (al menos a la mayoría), ya que fue realizado por un íntimo de la banda (casi 15 años), con diseños sugestivos, y con sonidos e imágenes bien logradas (recientes y de muchos años atrás) dentro de la carrera musical de los Flaming Lips. Y eso es esencia.
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