Rebelde sin Pausa: 50 Años Después

La muerte se ha llevado a muchos actores de renombre; de hecho. Sin embargo, como no recordar a James Dean, ídolo de multitudes, leyenda única del cine; personaje que rompió todos los esquemas sociales y reglas que Hollywood proyectaba en aquella época.

Nacido un 8 de febrero de 1931 en Indiana-EEUU, fue criado en un ambiente dominado por una moral rigurosa.
Se muda junto con sus padres a California donde pierde a su Madre cuando tenía tan solo 9 años. La relación con su Padre nunca fue buena.
Desde pequeño fue amante del teatro y siempre se dio tiempo de ejercer este arte.
Se muda a Nueva York e ingresa a Actor’s Studio. Es allí donde obtiene su primer trabajo participando de extra en algunas películas.
Siguió con el teatro, adoptando también otra de sus pasiones, la carrera de autos.
En el año de 1954 el productor de Un Tranvía Llamado Deseo, Elia Kazan, lo ve en una actuación y le ofrece un papel en la película Al Este de Edén (1954), con el que obtiene gran éxito; siendo nominado junto a estrellas como Spencer Tracy y Frank Sinatra, para luego protagonizar una de las mejores películas de todos los tiempos, Rebelde sin Causa (1955), dirigida por Nicholas Ray, donde compartió roles con Natalie Wood. Película que lo consolido como símbolo de la rebeldía romántica de los jóvenes de la década del 50.
Luego protagoniza la que sería su tercera y última película, Gigante (1956), dirigida por George Stevens, donde compartió roles con la emblematica actriz Elizabeth Taylor.
Cuando acababa el rodaje Gigante, Dean, siguiendo su pasión por los autos, se compra un Porshe al que llamo "pequeño bastardo".

Se dice que, mientras Dean conducía su Porshe a una velocidad moderada, se le acerco (cerrándole el paso) un Ford conducido por un estudiante, donde Dean trato de esquivarlo pero no pudo, incrustándose debajo de Ford, perdiendo la vida instantáneamente un 30 de Septiembre de 1955 cuando tan solo tenia 24 años.

Con su muerte temprana, antes de vivir sus 2 últimas películas, Dean se convirtió en Leyenda.
No tuvo una vida muy feliz, y eso siempre se reflejo en sus películas. Vivió amando a los coches y odiando a la sociedad.

Hoy se cumplen 50 años desde su muerte, y desde este pequeñísimo rinconcito virtual, rindo un homenaje al eterno adolescente.

La imagen de James Dean nunca quedará pausada, ni mucho menos olvidada.
Su pasión lo llevó a la muerte, pero congeló su imagen...para siempre.